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Ameal lo llamó para cenar el miércoles y Riquelme lo corrió a las tres horas

La trastienda del manejo y salida de Miguel Angel Russo como director técnico de Boca Juniors.

por Gastón Vila Calderón

elchorrillero.com

Actualizada: 18/08/2021 21:24

¿Cómo funciona Boca? ¿Quién dirige los caminos del Xeneize?

La polémica salida de Russo trae mucho hilo que cortar. Luego de la derrota ante Estudiantes de La Plata por el torneo doméstico, comenzó a circular la posibilidad de que el último DT en sacar campeón de América a Boca diera un paso al costado.

Pero nada de eso pasó, en la conferencia se vio un Miguel Angel Russo firme y convencido de dar vuelta el presente negativo que atraviesa el equipo. Diez partidos sin ganar, un triunfo en sus últimos 16 partidos y en ese lapso solo marcó 6 goles. Una imagen que pesó más que su promedio de 57,3% de victorias. 64 encuentros dirigidos (29 ganados, 23 empates y solo 12 derrotas). En el medio: 2 eliminaciones directas a River.

Al entrenador no se le cruzó por la cabeza ni pensó en dar un paso al costado en la conferencia. Sin embargo, el lunes el rumor de una inmediata salida comenzó a sentirse más fuerte y desde el Predio de Boca empujaban y esperaban que Russo por decisión propia diera un paso al costado y ponga fin a su contrato sin que el Consejo tomara la drástica decisión.

Esa misma noche, a las 21:00 Russo atendió el teléfono y del otro lado Jorge Amor Ameal, presidente, lo invitó a cenar este miércoles como dando una señal de confianza y continuidad. Tres horas después, pasadas las 23:30, recibió el llamado de Juan Román Riquelme, mandamás del Consejo de Fútbol, para decirle que la decisión estaba tomada.

“Miguel, me parece que vamos a tener que discontinuar este proyecto. Nos vemos mañana temprano para hablar en el predio", fueron las palabras de Román. A las claras, la poca injerencia de Ameal en las decisiones del club que preside.

Un baldazo de agua fría y desilusión para Russo que terminó siendo echado.

La mañana del martes, le destinaba más puñales a un corazón entristecido. Tres de los integrantes de su cuerpo técnico se quedaron en el club para integrar el equipo de trabajo de Sebastián Battaglia.

Le dolió la decisión de Fernando Gayoso, pero no lo sorprendió lo de Mariano Herrón porque según integrantes del cuerpo técnico saliente: “era como los ojos del Consejo dentro del cuerpo técnico. A veces parecía que recibía llamados en pleno partido o en el entrenamiento desde el palco”.

"No hay común acuerdo, no renuncié, no me fui… quiero que quede claro en los papeles que me echaron y quiero que tanto yo como mis colaboradores cobren hasta el último día del contrato", fueron algunas de las pocas palabras de Miguel Angel Russo en el SUM de entrenamiento.

Un técnico que tenía la costumbre de cobrar sólo hasta el último día trabajado, pero que en esta ocasión se sintió ninguneado, traicionado y en el medio de una falta de poder y decisión por parte del Presidente de Boca que denota que Juan Román Riquelme es el gran responsable del fútbol de Boca en pasado, presente y futuro.

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